Tuesday, November 19, 2013

Conciencia y cosmos



 Vivir "en el presente"...  es un estado de conciencia... que no es el resultado de  una simple y repetida  exigencia hacia uno mismo.Entre otras cosas ,es  valorar esos pequeños momentos presentes y sentirlos con la mayor plenitud posible.Es salir de uno mismo, aunque sea un instante, para conectarse con lo exterior.Un estado introspectivo donde la voluntad no está puesta en lo que uno quiere que ocurra... sinó en lo que uno se permite que suceda.Un estado donde requiere procurarse de un mínimo de relajación, a la vez que uno trata de  mantener una  receptividad activa...en  que la voz interior de uno mismo pueda expresarse libremente.Un estado donde las sensaciones emergen con mayor intensidad.En esos momentos se experimenta  algo parecido a una paz interior.En este estado la conciencia queda , por momentos, contectada al mundo.Un estado en el que la conciencia se siente temporalmente unida al cosmos.

Wednesday, November 13, 2013

El camino.

La vida .El camino

Iba a iniciarlo con la  ilusión y todas las  expectativas posibles.
Un camino que le  invitaba a la  aventura, y como tal, a aceptar lo imprevisto como parte natural y consustancial de ese camino.Una andadura que  daba inicio  des de un lugar mítico,justo cerca de  donde se hallaba ese antiguo Dolmen.Ello le recordaba que su inicio venia condicionado y precedido de toda una larga  evolución previa:él no era lo primero y él no seria el último.
Escuchaba atentamente(en la natuleza) mientras le era susurrado en el oido la importancia  de realizarlo des de  el respeto.Un respeto hacía ese entorno, pero también hacia él mismo.Le hablaba (intuitivamente) tb de  constancia,del saber escuchar ,de la   no precipitación y del saber regular el esfuerzo a lo largo de ese largo recorrido.

Ya en sus primeros pasos se dió cuenta que el camino le aconsejaba  de una  actitud receptiva con su entorno, de la atención continuada ,de la capacidad de observación.Ya en  esos primeros pasos le exigía que fuera tomando las primeras decisiones ; aunque se tuviera  que dar marcha atrás una y otra vez ( pq creía haber errado  de dirección) para poder seguir adelante.
El  camino  tb  le fue  enseñando a  aceptar la pérdida como algo  natural y necesario .

Iba descubriendo que el camino no parecía  constante; y que por tanto requería  del saber regular bién los esfuerzos para afontar mejor las subidas más duras y el sol más asfixiante ...y para ello se aprovechaba de esos tramos de sombra que le ofrecían los árboles ,y del frescor de los riachuelos.
 En momentos duros,le ayudaba el pensar que se iba  acercando a la cima, y el imaginar el supuesto goze en la llegada  .Haciendo más soportables los inconvenientes.
Justo cuando le faltaba poco para llegar a la cima,y empezó a divisarla.. comenzó a disfrutar con goze de todo aquello que sus sentidos le ofrecían. En ese momento, sintió  que andaba suspendido en medio del cielo.El tiempo se relentizó hasta pararse por completo...Hasta tal punto esa excitación.... que  llegó  a olvidársele que poco después tendría que iniciar el camino de regreso.
Un camino de bajada que trascurriria mucho más rápido que el realizado hasta ahora....conduciéndolo finalmente .... a la fin del trayecto.
He aquí un momento trascendente ....
Un camino de regreso muy impregnado del magnético goze que le suposo   llegar a la cima.Lograr lo que para él era su gran  objetivo.Su narcisismo se veía altamente recompensado.
Le quedaba,por tanto, aún muy lejos pensar en la posibilidad de iniciar ese trayecto de regreso.
De manera que pudiera ensombrecer ,empobrecer e incluso retrasar considerablemente, la posibilidad de ver en ese camino de vuelta, un trayecto con una nueva mirada ,con una nueva y más enriquecedora perspectiva...que no fuera sólo el mirar a la cima ...esa única cima.
 Una vez logrado el gran objetivo , el  caminante podría sentirse  tentado de olvidarse de su pasado trayecto, deshaciéndose de  sus recuerdos, pistas y principios básicos , los cuales en  su conjunto han configurado su identidad.... corriendo el riesgo de perderse en la nada.
En realidad, el camino nunca se olvida , siempre se acaba haciendo presente; incluso   para  quien ose obviarlo.
El caminante que por contra acepta el camino de vuelta como parte de su viaje personal ,quizás puede vivirlo con una fuerte ambivalencia: en la que pueda tomar cierta conciencia de que el recorrido restante cada vez es menor, pero tb con el goze del recuerdo, y el sentirse privilegiado de todo lo vivido.
La vuelta... suponía un viaje al pasado yendo al propio futuro.Una confluencia de tiempos opuestos.
Es en el transcurso de este viaje de vuelta, que el viajero se puede llegar a dar  cuenta que ha habido un cambio importante de necesidades, en relación a sus inicios: aquello que antes  consideraba prioritario,  se ha ido convirtiendo en necesidades que en si mismas carecen de sentido ;y que en todo caso  han podido ayudar en algún momento dado, en mejorar ciertas condiciones de nuestro camino.....pero que  difícilmente  deberían de seguir siendo   la esencia de nuestro camino.